Marco Licinio Craso, en Roma, que vivió del 114 al 53 a.C., fué el primer organizador del servicio contra incendios. Acudía a las casas que estaban en llamas en Roma y ofrecía
el servicio de aguas para extinguir el fuego. Cuando cuando el propietario del
inmueble requería de sus servicios se lo vendía en unas condiciones muy
ventajosas. Si el dueño del inmueble no acudía a él, dejaba arder sin problemas
la propiedad. Craso se hizo
inmensamente rico especulando, ya que sus negocios incluían desde el servicio
de extinción hasta casas de prostitución. Pero en esos momentos no se tenía
reputación si ésta no iba unida a la carrera militar, por tanto, Craso llegó a
pagar los servicios de la legión que venció a los esclavos rebeldes de
Espartaco. Gracias a sus riquezas consiguió ir ascendiendo por todos los
peldaños de la carrera militar romana, hasta llegar a ser senador.